viernes, 8 de enero de 2010

Arrebol

Rasgaste el cielo para posarte con tu encanto color.
Comenzó el serpenteo subterráneo, fuiste demasiado bello para ser verdad.
Cerré los ojos y me dí vuelta, no hubiera concebido el mismo cielo sin tu presencia.

Estación combinación, subieron todos, menos tú.

Imaginé la cordillera nevada, para cuando abrí los ojos, habías ganado la eterna lucha, ya te reflejabas en el blanco majestuoso de mi paisaje vespertino.