sábado, 19 de septiembre de 2009

Enredadera

No tengo sólo una, sino mil emociones como enredadera en este minuto, en donde las palabras se agolpan torpemente ansiosas por salir, lo más probable es que el orden que adquieran no sea el correcto, da igual... el salir ya es un premio.
Podría escribir versos, podría escribir historias, podría escribir cuentos... pero sólo escribiré un puñado de palabras que quieren ser gritadas en el silencio.
Silencio incorrompible cuando la lágrima sube la escalera del resbalín, quiere salir, quiere brotar...enmarañarse en ese enredo de emociones, de felicidad, de tristeza, de culpas, de deseos...
Extraño experimento el de liberar, extraño proceso el de ser y estar, sobre las nubes todo se ve más limpio, siempre desde lejos la perspectiva cambia, dentro es todo más oscuro, es todo más enredado...
Se va tejiendo una red de sentimientos, que buscan la salida, el gancho perfecto para florecer, la hoja más verde, el sector más luminoso...otras ya han optado por irse a la raíz, acompañar en humedad al motor de los sueños, esa industria que trabaja sin cesar día y noche, con o sin luz, de pronto escapa alguno y creemos que es el mejor, pero no es así, es sólo el que perdió el eslabón, el que se manifestó confuso en una noche sin nombre, porque los verdaderos tienen un largo proceso para ser acabados, pasan desde las tinieblas lentamente hacia la luz con temor a encandilarse, pero si el camino es el correcto llegan a lo más alto, a lo más verde y desde allí brotan en flor...
Espíritu inquieto. Ganas de abandonarme de este cuerpo y que así al fin se exprese todo... irse a una isla y dejar al cura y al juez personal, soltar las amarras, descascarar el corazón de esas capas que uno mismo va poniendo, excusando protección, pero a la larga no es más que cobardía, no son más que ataduras a lo correcto... no creo que la culpa se vaya lejos si no hago espacio, en esta tarea de aprender del viento, de aprovechar las alas que han crecido, de fortalecer sin temores...dejar de pensar en cómo sentir... sólo vivir...
Es la época de equivocarse, es la instancia para cometer errores, tengo la licencia de la irreverencia, adolescer es el verbo de las transiciones...
Entonces.. qué hago aquí con estos cuestionamientos?
Me buscaran por homicida, asesinaré al juez y encarcelaré al cura, seré más valiente, menos conciente...
Y así... sigue creciendo esta enredadera que parte en el corazón, se enreda en cisuras del cerebro, desde allí hace de las suyas, da unas vueltas por las entrañas, para esas actitudes viscerales... pasea por los órganos nobles, para que quede claro quien gobierna... pero se estanca en el peor lugar... en la garganta... en donde enreda a su antojo lo que se siente y lo que se piensa, para terminar diciendo... lo que se quiere escuchar, pero no lo que se piensa sentir.


¿Tendría que haberse escrito de otra forma?.... NO!